"Inercia", el universo cromático de Israel de la Peña se despliega en Pola de Siero

La muestra, con una veintena de obras, se podrá visitar hasta el 30 de mayo en la Casa de la Cultura

Israel de la Peña, con una de sus obras expuestas en Pola de Siero

Israel de la Peña, con una de sus obras expuestas en Pola de Siero / Luján Palacios

Luján Palacios

Luján Palacios

Pola de Siero

Gradaciones de color tan sutiles que merecen un buen vistazo, tonos que se encuentran en un diálogo de luz y color con el objetivo de que “cada espectador se lleve su propia experiencia en la interacción con la obra”. Un universo delicado y trabajoso que ve la luz de la mano del artista Israel de la Peña y que se muestra al público hasta el 30 de mayo en la Casa de la Cultura de Pola de Siero en la muestra “Inercia”, una selección de 20 piezas: 14 cuadros, una instalación y cinco cajas que dan continuidad al diálogo cromático para deleitarse en un paseo por el color y la levedad.

De la Peña (La Coruña, 1974) ha tenido presencia en la Muestra regional de Artes Plásticas, la Calcografía Nacional, con su arte expuesto en prestigiosos museos como el Barjola y el Español del Grabado Contemporáneo, así como el reconocido Museo de Bellas Artes de Asturias. Atesora numerosas becas, exposiciones y premios, entre ellos el Casimiro Baragaña en el año 2008. Por eso volver a la Pola es un poco volver a casa y “todo un orgullo para Siero”, como destacaban ayer la concejala de Cultura, Aurora Cienfuegos, y la directora de la Fundación Municipal de Cultura, Isabel González, en la presentación de una exposición que se acaba de abrir al público.

En la muestra, obras de gran formato dialogan con una instalación de planchas de aluminio, ensambladas estratégicamente en un juego de luz, volumen y reflejos para dar continuidad a la exposición y experimentar en nuevos formatos. Se trata de trabajos “del año 2020 en adelante”, en los que “hay muchas horas de trabajo”, reconoce el artista, porque cada cuadro se compone de numerosas capas de color casi transparentes hasta lograr el matiz deseado, y “hay veces que es complicado; es un trabajo muy laborioso que puede llevar a tener que repintar varias veces hasta conseguir lo que busco”, reconoce De la Peña.

Y son obras también post-pandemia, en las que ha quedado una impronta de búsqueda de la esencia, de la depuración. Sobre esa línea sigue trabajando el artista, aunque “ahora con formatos más pequeños”, de dimensión menor a los expuestos en la Pola. "En aquellos años todos reflexionamos y nos planteamos el valor y el sentido de ciertas cosas, y aquella temporada me dio por cambiar los lenguajes con los que estaba trabajando hacia esta dirección; hay un punto de cambio de planteamientos", reconoce. "Siempre trabajé con la idea dehacer obras rotundas que aspiran a cierta totalidad, pero después de la pandemia definí un camino con el color como elemento que organiza todo", relata De la Peña.

En los cuadros que ahora muestra se pasa del gris al verde oliva, al azul, al naranja, mostaza o rosado, en un paseo cromático que “es diferente para cada uno” y que busca, precisamente eso: “una experiencia particular, que cada uno se lleve a casa sus propias impresiones”.

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